Si te encuentras muy estresado o con desánimo y no eres capaz de regular esa emoción, es más fácil que culpabilices a otros o te mantengas en un estado donde todo se sigue deteriorando; sin la capacidad de reconocer tus formas de responder para entonces poder hacer algo mejor las personas perjudican su salud física y mental.
Por ejemplo los líderes toman decisiones parcializadas, complican sus relaciones interpersonales, son dominados por los conflictos y sobre todo; sus niveles de estrés excesivos disminuyen considerablemente su efectividad.
La diferencia entre una persona que es dominado por las circunstancias y aquellas que “agarran al toro por los cuernos” es su capacidad interna: Inteligencia emocional. Es mediante la inteligencia emocional que las decisiones, conductas y relaciones se hacen manejable e incluso beneficiosas y con ello poder seguir accediendo a nuestras capacidades técnicas.
Resumen: La inteligencia emocional nos ayuda acceder y desarrollar habilidades blandas y directivas, ahora muy valoradas en el mercado laboral; y en nuestra vida personal a gozar con mayor estabilidad y felicidad.